lunes, 15 de junio de 2009

La fórmula del alma


¿Tenemos una memoria (Reshimo) de la libertad? Yo creo que sí la tenemos, pues de otra manera, ¿cómo se explicaría el hecho que siempre andamos en busca de la libertad? Así que, suponiendo que tenemos este Reshimo, entonces la Luz también nos llena, sólo que, o no lo sentimos, o no lo recordamos. Y nuestra aspiración por la espiritualidad también la determinan los Reshimot ¿no es así? Este anhelo por la espiritualidad y la libertad no pueden aparecer en nosotros de la nada y quiere decir que tenemos Reshimot de algo que alguna vez nos llenó. Por tanto, mi conclusión es que el problema entero está en nosotros: ¿cómo despertar nuestros Reshimot, cómo despertar del sueño?

Mi respuesta: Es absolutamente correcto: nuestra tarea no es ni siquiera despertar o revivir los Reshimot, sino darnos cuenta que los Reshimot ya han surgido en nosotros. Y la manera de lograrlo es atrayendo la Luz Superior (Ohr Makif) sobre los Reshimot. Sin embargo, el trabajo debe ser constante, y sólo puede realizarse dentro de un grupo, recibiendo de él lo siguiente:

La importancia de la meta
Entender que es imposible alcanzar la meta con el deseo propio, sino con el deseo del grupo.
La ayuda de la Luz Superior, Ohr Makif
Esto significa que los Reshimot se despiertan con el deseo que recibimos de nuestro ambiente. Y los Reshimot que se han despertado, a su vez despiertan a la Luz (Ohr Makif) que les corresponde. Esta Luz los corrige entonces, otorgándoles la pantalla y llena esta pantalla con Luz Interior (Ohr Pnimi).

Entonces: El alma = Reshimot + pantalla + Ohr Pnimi

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