sábado, 30 de mayo de 2009

La unidad es la forma de recibir satisfacción total


Por qué disminuirá el sufrimiento de la gente si valoran en mayor grado el otorgamiento?


Mi respuesta: Al principio, la gente tendrá deseos de acercarse a los demás, aunque sea nada más para su propio beneficio. Sin embargo, la cercanía entre ellos también les aportará la cercanía con la Naturaleza. Y a su vez, esto se expresará por su deseo. En otras palabras, gradualmente empezarán a valorar el otorgamiento en sí mismo.


De pronto, usted empezará a dormir mejor porque les otorga a los demás. Debido a que ha otorgado, va a descubrir que cuenta con seguro médico, seguridad social y una pensión. Tiene alimentos y todo lo que necesita para su familia, sus hijos y sus ancianos padres. Usted se ha ocupado de los demás y ahora ellos se ocupan de usted. Lo que quiero decir es que las personas cosecharán los beneficios de estar conectados a los demás y esto causará que valoren la unificación y el otorgamiento.


El proceso general es el siguiente. Al principio una persona sufre y después ve que no hay escapatoria al sufrimiento y tiene que unirse a los demás. Descubre que la unificación es provechosa y empieza a valorar la conexión misma. Estas son las etapas del desarrollo del hombre.


Por lo tanto, una persona primero debe sentir las recompensas de la unificación Y después aunque la unificación ya no sea obligatoria, habrá descubierto ya algo agradable y bueno que se deriva de esta acción. Por lo tanto, una persona percibe un beneficio suplementario de la unificación: siente que es positiva en sí misma porque le da fortaleza, mejores relaciones, confianza y buen humor.


En realidad, la unificación aporta al hombre la satisfacción de todos sus deseos, de dinero, fama, poder, conocimiento, alimento, sexo y familia. Por lo tanto, la unificación permite al hombre recibir satisfacción completa.

Los amigos son la clave para una vida larga y saludable


“¿Para qué son los amigos? Para tener una vida más larga” Apenas ahora los investigadores están comenzando a estudiar la importancia que tiene la amistad y las redes sociales en la salud en su conjunto. Un estudio australiano que se efectuó durante diez años mostró que las personas mayores con un amplio círculo de amistades fueron 22 por ciento menos propensas a morir durante el estudio que aquellas que tenían pocos amigos. Un importante estudio realizado en 2007 mostró un incremento de casi el 60 por ciento de riesgo de obesidad entre las personas cuyos amigos subieron de peso. Y, el año pasado, investigadores de Harvard reportaron que los vínculos sociales pueden promover la salud mental conforme envejecemos.


Mi comentario: El motivo es que la energía de la vida radica en la unificación de los individuos. En la medida que la gente se une en un todo, a pesar del egoísmo que los empuja a separarse entre sí, se vuelven semejantes a la Fuerza Superior Unificada, el Creador, quien es la fuente de vida.

viernes, 29 de mayo de 2009

Un estudio sobre las “tabletas de la generosidad” apunta a la fuente de la satisfacción perfecta


La oxitocina: Confianza, tacto y la economía” El investigador y experto en oxitocina de Claremont, Paul Zak, y sus colegas descubrieron que dosis de la hormona oxitocina, producida naturalmente, hacen que las personas sean más confiadas y, por consiguiente, más propensas a regalar dinero a extraños. Esto, a su vez, causa reciprocidad con el sentimiento de “confianza”. Con una dosis más alta de oxitocina, la generosidad del sujeto hacia los extraños se incrementó hasta en un 80%.


Mi comentario: Una vez más queda confirmado que nuestra meta no es el dinero, sino el placer y la satisfacción. Si una persona está satisfecha, entonces no le interesan los rectángulos verdes de papel. Por el contrario, si los trozos de papel no le aportan placer y satisfacción, no los necesita.


Lo mismo se aplica a otras fuentes de placer, como el poder, la fama y el conocimiento. Por lo tanto, la conclusión a partir de estos hechos es que debemos buscar la satisfacción perfecta. ¿Cuál es?


Es el Creador, quien es la Fuente de la plenitud perfecta. Revelándolo a Él, encontraremos todo lo que siempre deseamos y más.

jueves, 28 de mayo de 2009

Existe un propósito en la turbulencia en nuestras vidas


Nos encontramos en un predicamento único hoy en día: La Naturaleza nos muestra que estamos separados, que nos odiamos y que nuestro egoísmo es destructivo. Sin embargo, también nos muestra que dependemos de todos a nivel global y estamos conectados juntos contra nuestra voluntad.

No tenemos a dónde huir unos de otros. Se nos está obligando a obedecer la ley de la Naturaleza, y es la Naturaleza que nos está forzando, y no las condiciones artificiales creadas por el hombre. Si no seguimos esta ley, nos hallaremos en conflictos aún mayores con la Naturaleza, exponiéndonos a golpes cada vez más fuertes, al sufrimiento e incluso a la extinción. Y todo eso sucederá por nuestro egoísmo.

Estamos en un estado de expulsión de la Naturaleza. ¿Existe algo que nos libere de este estado? Sí lo hay. Nuestra salvación consiste en crear la conexión correcta entre nosotros y con la Naturaleza que nos rodea. Esto nos dará la oportunidad de convertirnos en una parte integral y armoniosa de Ella.

Es imperativo que cada uno de nosotros sienta y comprenda que nuestra supervivencia: los alimentos, el clima, la salud y la condición psicológica y espiritual y todo lo demás, dependen exclusivamente de nuestra armonía con la Naturaleza. De hecho, este es el propósito de la turbulencia en nuestras vidas. Todas las situaciones, incidentes y estados por los que atravesamos tienen la intención de ayudarnos a revelar la fuerza interior dinámica: el Creador. Los problemas y la presión es lo que nos permite aprender a sentirlo y empezar a ver que Él es la razón detrás de todo.

Por eso las crisis vienen en oleadas. Su propósito es revelar que el odio entre nosotros es la razón de todo lo malo que ocurre en el mundo. Entonces veremos que este odio es equivalente a una expulsión de la perfección y que elevarnos por encima del odio nos liberará de la expulsión.

miércoles, 27 de mayo de 2009

Siempre estamos sujetos a la ley natural del amor


Entre más repetimos la frase, “ama a tu prójimo como a ti mismo”, menos la comprendemos. Está escrito que esta es la regla general, la ley de toda la realidad y debemos actuar conforme a ella. Y quien piense que las partes individuales del universo no la observan, está equivocado.

Observamos esta ley porque no tenemos otra opción, porque vivimos en una dimensión, en una esfera. Esta ley nos afecta, pero la observamos involuntariamente. El sufrimiento que percibimos es justamente la ausencia del deseo de observar esta ley. Así es como sentimos la diferencia entre el estado presente y el estado más avanzado.

Si prestamos atención, podremos discernir lo más importante: que esta ley es obligatoria para nosotros. Nos afecta e intencionalmente existimos en un estado opuesto a ella en donde no la deseamos. Así fue establecido, con el fin de que nos demos cuenta de su importancia, esplendor y universalidad. Entonces la observaremos voluntariamente con nuestro libre albedrío.

El hecho es, que todos servimos al Creador (o a la Naturaleza). Sin embargo, algunos de nosotros, lo hacemos involuntariamente, mientras que otros lo sirven voluntaria y conscientemente.

La raíz espiritual de la medicina


Si convenciéramos a todo el mundo de participar por un solo día en un juego en el que todos no harían otra cosa sino otorgar, la humanidad podría experimentar lo que es el otorgamiento. ¿Esta acción atraería suficiente Luz para corregirnos?


Mi respuesta: Cualquier doctor sabe que no existe casi ninguna medicina que pueda curar a una persona de inmediato. Eso sería producto de un milagro, y no de un medicamento fabricado por el hombre.


Una persona puede beber una gota de veneno y morir o puede utilizarla para crear un medicamento. No es una coincidencia que el símbolo médico sea una serpiente. Es un hecho conocido que cada medicina es un veneno, pero no todos los venenos son una medicina. Cuando el veneno se emplea como una medicina, se toma en dosis muy bajas y durante un prolongado período de tiempo hasta que la persona sana. Esta es la ley para corregir el cuerpo animado y la misma ley es válida para corregir el alma.


¿Por qué una persona puede morir instantáneamente si toma una gota de veneno, pero tiene que tomarla durante meses para sanar? Esta es la consecuencia del proceso espiritual: el rompimiento del alma unificada en partículas. Este rompimiento se realizó desde arriba y por lo tanto fue instantáneo mientras que la corrección, la reunificación y la cura ocurren lentamente, dependiendo de nosotros.


¿Por qué el rompimiento de nuestras almas y la necesidad de corrección ocurrieron antes de que llegáramos a este mundo? Sucedió así para que durante el proceso de nuestra corrección pudiéramos elucidar la causa, el proceso y la meta de la creación, y en consecuencia, nos moldeáramos a semejanza del Creador, la Fuerza Superior de la Naturaleza.


Y puesto que el hombre tenía que alcanzar la semejanza con el Creador (en hebreo Bore = Bo - ven, y Re - ve), este proceso toma largo tiempo, es decir 6000 años, desde el primer alcance de Adam, hasta el último.

martes, 26 de mayo de 2009

El período de intercambio egoísta ha llegado a su fin


La crisis actual ha alcanzado un nivel en que la separación egoísta que existe entre nosotros está en su punto culminante y no nos permite realizar acciones colectivas. Hoy en día, hasta somos incapaces de hacer intercambios, en donde uno da algo y recibe algo a cambio. Eso significa que ni siquiera somos capaces de dar para recibir.


Hoy en día, no siempre puedo depositar mi dinero en el banco para después retirarlo, qué tal si quiebra; no puedo trabajar para alguien y recibir un salario, porque los trabajos son escasos y a un empresario le es cada vez más difícil vender sus productos y obtener una ganancias. Esta clase de intercambio mutuo ya no funciona.


Por esta razón tendremos que cambiar para mostrar una actitud de que nos preocupamos por los demás. Ese es el único camino en que todos podrán obtener lo que necesitan para llevar una vida cómoda.


Antes vivíamos en un mundo en donde podíamos recibir sin tomar en cuenta a los otros, sin dar nada a cambio, o dicho de otra forma, robando. Toda la historia de nuestra civilización a través de milenios es una historia de intercambio e interacción, como está escrito en la Biblia, “Vayan y ganen de los demás”.


Hoy en día, sin embargo, este período de intercambio egoísta ha llegado a su fin. Usted no puede ya recibir o dar para recibir. ¿Pero, entonces como vamos a existir? ¿Qué debemos hacer?


La humanidad no se ha dado cuenta aún de su nuevo estado. La gente no comprende todavía que los antiguos reguladores se han ido, y que de ahora en adelante, todos tendremos que vivir estando completamente interconectados con el mundo. Ésta es la condición del mundo global e integral, la cual se llama “garantía mutua”.


Las personas alcanzarán prosperidad sólo a través de los demás, dependiendo de su bondad para pensar en el prójimo y de cuánto desean dar a los demás. Esto es a lo que nos impulsa la crisis actual.

¿Qué es el equilibrio en la Naturaleza?


Términos como “equilibrio mutuo” y “garantía mutua” son bellos y admirables. Sin embargo, su significado no es muy claro. ¿Podría explicarlo utilizando ejemplos específicos?


Mi respuesta: El equilibrio en la Naturaleza significa que todos son iguales y todo les pertenece a todos, incluyendo la tierra y todo lo que contiene (como petróleo, gas, minerales, agua, etc.). El equilibrio es cuando todos tienen una actitud igual hacia el consumo de los recursos de la Naturaleza.


Es necesario mantener este equilibrio cuando se consume los recursos de la Naturaleza: cada persona debe recibir sólo las cosas que necesita para llevar una vida normal. Adicionalmente, la gente no debe producir algo que no sea indispensable para la existencia de sus cuerpos animados. Cualquier exceso es perjudicial y contrario a la ley de equilibrio de la Naturaleza.


Entre la gente, la ley de equilibrio se expresa apropiadamente cuando cada persona recibe dependiendo de sus necesidades esenciales. Esto significa que nadie tiene más que los demás y cada persona recibe de acuerdo a sus necesidades naturales. Y no somos iguales en este aspecto, puesto que cada persona tiene diferentes atributos y necesidades innatas.


La Naturaleza, o el Creador, nos creó diferentes con un propósito: para que seamos sensibles a las necesidades, deseos y pensamientos de los demás; con el fin de que desarrollemos un deseo de sentir las almas de los otros, sentir su esencia interior y sus deseos. Por lo tanto, si usted desea poder distribuir los recursos equitativamente a todos, tendrá que ser sensible a las personas que lo rodean de la misma forma que usted es sensible consigo mismo. Únicamente entonces podremos ser como células de un solo organismo.

¿Cómo puede el mundo entero convertirse en una sola familia?


Últimamente usted mencionó que una sociedad corregida es como una familia dentro de la cual las ganancias que obtienen las diversas corporaciones e industrias se utilizarían para provecho de todo el país y el mundo entero. ¿Qué efecto tendría esto en nuestra vida? ¿Todo el país trabajaría para beneficiar al mundo entero?

Mi respuesta: Todavía no estamos hablando sobre este tipo de conexión entre países. Sin embargo, Baal HaSulam escribe que este modelo podría construirse en un país. Todas las corporaciones de ese país y todas las personas que habitaran allí trabajarían conforme al principio de fraternidad, sin la aspiración de recibir una ganancia. En otras palabras, la gente trabajaría y después contribuiría sus ganancias al tesoro público del país y los sabios que encabezaran el país determinarían cómo distribuir el excedente de la mejor manera posible.

La ley es muy sencilla: cada persona recibe exactamente tanto como necesite para llevar una vida normal. Y no importa si estamos hablando sobre una sola persona o una importante empresa.

En el artículo, La generación del futuro, Baal HaSulam escribe que deberíamos primero crear una pequeña organización cuya mayoría la constituyeran entes altruistas. Esta organización incluiría todas las formas de gobierno a la cual se iría anexando gradualmente el mundo entero. Esta organización sería el punto central del mundo, rodeado de las naciones y gobiernos y cada uno tendría un programa y un liderazgo.

Si usted tiene problemas para visualizarlo, entonces piense en toda la humanidad como una familia. Eso es lo que la Naturaleza nos exige. Nuestra tarea es organizarnos de esta forma lo más pronto posible y explicar a todos que es por nuestro propio bien. A esto aspira la diseminación de la Cabalá alrededor del mundo.

Abramos el grifo del amor por los demás


Usted dice que si una persona tiene una inclinación natural por ayudar a los necesitados, no es igual que amar a los demás. ¿Me podría explicar qué significa entonces “amar a los demás”?

Mi respuesta: “Amar a los demás” es un atributo especial que se le otorga a una persona durante el estudio correcto de la Cabalá. Este atributo le permite a una persona sentir la interdependencia entre todos y la necesidad de llenar a los otros a través de sí mismo. Es parecido a una persona enamorada que desea llenar el objeto de su deseo.

”El amor por los demás” comienza desde su opuesto - la revelación del odio, el rechazo y la separación de los otros. Así es como el hombre se siente cuando revela su dependencia total en los demás. Es como si la canilla que le suministra el oxigeno que respira estuviera bajo el control de otra persona. Descubre que depende total y absolutamente del mundo entero y que cada quien depende del comportamiento correcto que tenga hacia ellos. Descubre que él es el único que determina su estado al sostener buenas o malas relaciones con el mundo.

Cada día esta sensación de dependencia crece y uno se vuelve más dependiente de los otros para recibir sus necesidades básicas como agua, pan, trabajo y seguridad. Así es como el sistema integral y global se nos revela y empezamos a atestiguar el Efecto Mariposa en acción. Al mismo tiempo, revelamos el odio que existe entre nosotros y que nuestro egoísmo produce este odio en todas las personas del mundo.

Esta imagen de total interdependencia de todas las personas que se revela a un individuo provoca que sienta deseos de “abrir el grifo para todos”. Y, esto es “amor a los demás”.

lunes, 25 de mayo de 2009

Éxodo: de lo físico a lo espiritual


Las personas de este mundo son personas ordinarias. Pero a un persa llamado Abram (más tarde Abraham), el Creador se reveló a Sí mismo. Llegó a ser un “yehudi” (judío), de la palabra “Yehudi” (sólo-único), él y el Creador llegaron a ser uno. Entonces, ¿quién es este Abraham? Él es un hombre que estaba dotado con una chispa espiritual, una sensibilidad del Creador. Pero aparte de eso él era una persona ordinaria.
No hay ninguna santidad en ningún órgano de nuestro cuerpo. Así, no sucede nada si un corazón que no funciona bien es reemplazado por otro corazón humano o por el corazón de un cerdo. Nuestro corazón es pura materia, como el de cualquier animal. No son sagrados, no están conectados con el Creador.
Así que no hay diferencia entre un judío y un gentil, salvo la chispa del Creador encontrada en el judío. Eso significa que si esa chispa existe en el corazón de una persona, esa persona es llamada judía. Si desaparece, el judío de nuevo se convierte en gentil. Lo segundo, en cambio, es una situación imposible, porque la santidad siempre aumenta y nunca disminuye. Es una ley espiritual, por la cual todo es llevado más cerca del Creador.
El éxodo al mundo espiritual es un proceso lento. Al principio un hombre es capturado por los deseos de este mundo. Gradualmente, el hombre se da cuenta de la falta de sentido de su existencia física, como si no existiera esa chispa, el hombre es sólo uno de tantos...
La Hagadá dice: “Al principio, nuestros padres adoraron dioses extraños”. Adorar un dios extraño (paganismo) es un estado posible solamente después de que uno ha hecho contacto con el Creador, él ha llegado a ser consciente de la oposición entre sus atributos y los del Creador y ha elegido actuar contra el deseo del Creador. Por esto, el paganismo tiene un cierto grado de conciencia, de habilidad para manejarse más allá de la naturaleza que se tiene desde el nacimiento.
En efecto, nuestros padres adoraron dioses extraños, pero entonces el Creador se les reveló a Sí mismo, y la Luz que vino con ello fue aceptada como una orden para emigrar desde Mesopotamia a la Tierra de Israel. Así, nosotros vemos que en este mundo también, uno se mueve de un sitio a otro, siguiendo la voluntad interna de uno, siguiendo el corazón de uno.
Los cabalistas escriben que podemos vivir en la Tierra de Israel, provistos con algo comparado a su nivel espiritual. De lo contrario, estaremos exiliados de aquí justo como antes. El Creador ha vuelto a traer nuestros cuerpos, pero continúa nuestro deber de realizar nuestro regreso interior al estado espiritual llamado la Tierra de Israel para ser dignos de esta tierra, ¡que es todo lo que necesitamos!
Abraham el Patriarca es un testimonio de ello. Una vez llegó a ser un judío, D-s le dijo: “Vete de tu tierra y de tu patria y de la casa de tu padre a la tierra que Yo te mostraré”. Y Abraham se movió (interiormente) a la Tierra de Israel: él empezó a desarrollar vasijas espirituales, vasijas de otorgamiento.
Pero para alcanzar la unidad con el Creador, más que la habilidad de dar (otorgar por otorgar), hay que tener la habilidad para recibir en orden de otorgar, a través de las vasijas de recepción, corregidas por el ánimo de otorgar al Creador. Pero, ¿dónde obtenemos esas vasijas, esos deseos? Cuando uno se encuentra en la Tierra de Israel y quiere otorgar al Creador, uno se da cuenta que no tiene nada para darle, y uno llega a estar hambriento, hambriento de otorgar.
Entonces, uno se exilia en Egipto. Pero, ¿por qué?, ¿para qué?, porque renunciando a nuestro deseo de recibir vamos en contra de nuestra propia naturaleza humana. Puede ser que nadie pueda comprenderlo. Ningún otro método, sino la Cabalá lo usa porque este acto se opone a la naturaleza humana. Todos los otros métodos son producto de nuestra naturaleza interna y se proponen hacer nuestra vida más confortable, placentera, todos menos la Cabalá, la cual fue concedida a Abraham junto con la sublime revelación del Creador.
Pero, ¿realmente esto se hace en Egipto?
Por lo dicho anteriormente, el hombre está confundido, hambriento (tanto física como espiritualmente), las metas materiales toman prioridad, así que uno puede darse cuenta de cómo es superior el espíritu a la materia. Se puede obtener placer espiritual en actos materiales. Pero el verdadero sabor del placer material permanece solamente para el prudente (aquel que aspira a la sabiduría, quien asciende al espíritu para vivir los verdaderos deseos), por ello es quien debe confrontar los más grandes placeres.
Cuando uno progresa en los estudios, se ve a sí mismo como más y más viciado. Todos los peores deseos se despiertan en él. Precisamente éste es el exilio a Egipto, cuando uno quien aspira a ascender por la escalera hacia el espíritu, cae bajo el gobierno del deseo de recibir.
Es por esto por lo que se dice que los hermanos de José le visitaron en Egipto. El exilio a Egipto ocurre cuando uno pierde sus vasijas de otorgamiento, cuando caen bajo el gobierno de las vasijas de recepción. Este estado permanece tranquilo mientras dura la progresión en la espiritualidad.
Cuando uno empieza a estudiar, está lleno de vida, despreocupado. Pero después de unos meses las cosas cambian. La espiritualidad no es tan tentadora como lo era antes, las interrupciones materiales aparecen y uno siente que nunca verá abiertas las puertas del cielo.
¿Por qué ocurre esto?
Porque las vasijas de recepción deben ser desarrolladas, una cortina (masaj) tiene que ser alcanzada y desplegada sobre los deseos de Egipto. En verdad, se tienen las vasijas de otorgamiento, pero están ocultas. Cuando empieza el trabajo en Egipto, uno echa de menos la espiritualidad, pero cuanto más se la echa de menos, más se la encuentra inalcanzable.
El tiempo de la “esclavitud en Egipto”dura tanto como uno se siente esclavo, hasta que se eleva un nuevo rey, uno que no conoció José. Uno siente el gobierno de su faraón interior sobre él, llevándole contra el Creador.
Pero, si el deseo de recibir me permite disfrutar, ¿qué es lo que falla?, ¿cómo es que su gobierno es nocivo para mí?
Si quiero algo más que la satisfacción del deseo, por ejemplo, si quiero contactar con el Creador, pero siento que los placeres materiales me alejan de El, empiezo a percibirles como un obstáculo, como algo malvado que va en mi contra.
Entonces, una batalla interna empieza dentro de mí. Empiezo a preguntarme si “Yo” es quien quiere pegarse al Creador, o si “Yo” busca los placeres materiales. Entonces ¿Quién es mi “Yo”?
Una guerra estalla entre ambos deseos: en una mano Moisés y Aarón y en la otra el faraón. Uno no puede decir quien gana, porque los magos del faraón hacen los mismos milagros que el Creador. Por lo tanto, la huida del gobierno de la naturaleza solamente es posible después de que el Creador golpee diez veces (las diez plagas de Egipto)
Para mi neutral “yo”sentir de donde procede la Luz, requiere sentir los diez golpes- justo como el faraón que está dentro de mí se opone al Creador- así que yo puedo separarme de él y poder alcanzar un estado donde el faraón mismo dirá: ¡Vete!, ¡Me has traído bastante dolor!
Los diez golpes muestran al hombre que el gobierno del faraón es una cosa odiosa, intolerable. Entonces, el hombre mismo quiere escapar de ello. Quiere, ¡no puede! Por consiguiente, para que la huida del Faraón tenga efecto, se requieren ciertas condiciones externas. Debe haber un apuro, ocultación y la oscuridad de la noche.
Solamente entonces el hombre puede acumular sus deseos de otorgamiento, separarles de su propio deseo de recibir y ocultarles de ello. La huida se realiza de noche, cuando las luces espirituales están apagadas. La fe se sobrepone a la razón, yendo contra su propio juicio para escapar de su naturaleza.
Se dice: “Si tú has trabajado y lo encuentras, entonces cree”. Eso significa que uno ha puesto bastante trabajo para que el Creador sea revelado, pero no es consciente que este trabajo es suficiente para salir de este mundo y entrar en el Mundo Superior. La salida de nuestra naturaleza es un hecho repentino.
El hombre no tiene control sobre este proceso, él simplemente toma parte en él. Él camina sobre la tierra, entre las paredes del Mar Rojo, las barreras, y entra...en un desierto. ¿Qué ha ganado con ello? El hombre entra en Egipto con una chispa del Creador, echando de menos al espíritu y sale con las vasijas de la recepción vacías- la sensación de un desierto.
Se dice que Israel marchó con “joyas de plata y joyas de oro y vestidos”. Esto significa que el hombre deseos corruptos para recibir y debe empezar ahora a trabajar con ellos y corregirlos. Tanto cuanto estas vasijas pertenezcan a Egipto, le darán solamente la sensación de oscuridad, de un desierto. Pero cuando les corrija y les use correctamente, recibirá a través de ellos la Luz superior.
Así el hombre entra en el desierto. No está todavía en la Tierra de Israel. Ahora necesita de la Luz para poder distinguir cuanto de cada atributo es digno de usar para su progresión en el mundo espiritual. La recepción de esta Luz es llamada “la recepción de la Torá”.
Una persona que salga de este mundo hacia el espiritual, empieza a trabajar en tres líneas. Una izquierda, una derecha y una intermedia. Debemos darnos cuenta que no somos los que estamos trabajando, es el Creador, es el trabajo del Creador. ¡Debemos aceptar Su trabajo sobre nosotros! Todo ha sido creado en su estado perfecto, pero la criatura solamente puede calcular la perfección desde su opuesto. Esto es por lo que el hombre debe experimentar todos los estados imperfectos. El trabajo del hombre es un proceso de auto-conciencia; conciencia del trabajo que el Creador está haciendo sobre él.
Hay un mundo y dentro de él un alma. El contacto con el Creador se compone de tres partes: Olam (mundo), Shaná (año), Neshamá (alma). Shaná es la extensión de contacto entre Olam y Neshamá. El mundo Olam proviene del mundo He´elem (ocultación). Esto significa que Olam es la extensión de la ocultación del Creador.
¿Es posible obtener resultados espirituales desarrollando actos físicos?
Todo lo que hace el hombre, lo hace porque quiere. La roca, que no tiene movimiento, también quiere mantener su condición. La planta quiere crecer. Extraña la Luz y crece hacia ella.
El deseo del hombre está siempre expresado por cierto acto. Esto es porque cualquier movimiento que un animal haga es exactamente el movimiento que debe ser hecho.
Aunque cada deseo es expresado en el exterior, el hombre no siempre es consciente de sus deseos. Desde fuera, uno no puede entender el propósito de los actos del otro. Por esto la ciencia que estudia las intenciones es llamada “La sabiduría de lo oculto”, porque nadie sabe lo que está en el interior de tu corazón, a menudo incluso tú mismo. Pero como siempre la forma exterior indica el deseo interior.
Nosotros no estamos todavía en los mundos espirituales y no podemos unir otras almas a nuestra pantalla. Mientras tanto, nuestro trabajo se mantiene en el nivel de este mundo, desplegando la sabiduría de la Cabalá. Este acto es totalmente espiritual. A través de él, uno ayuda a otros a unir su camino a través de actos físicos; uno ayuda a la apertura de la espiritualidad en este mundo.

La crisis actual de alimentos a nivel mundial ha sido declarada un "tsunami silencioso" en titulares recientes. La Cabalá explica la raíz del problema


Las carencias de alimentos no son nada nuevo, éstas han marcado a las civilizaciones desde los días en que los faraones gobernaban Egipto. Solamente en los pasados 50 años, las hambrunas en África, Corea del Norte, China, y Camboya han cobrado millones de vidas. ¿Entonces, por qué hoy están tan alarmados los líderes mundiales ante la actual situación?

En tiempos del Faraón, una hambruna en Egipto no afectaba a las tribus que vagaban en las llanuras de América. En contraste, la crisis de hoy repercute alrededor del mundo entero. Los precios globales de los alimentos han subido un 83% en los pasados tres años, haciendo casi imposible para las naciones más pobres del mundo alimentar a sus pueblos. Más de 70 países enfrentan ahora una escasez crítica, y el hambre ya no se limita sólo a los países pobres. Incluso naciones desarrolladas como Estados Unidos están enfrentando un alza considerable en los precios de los alimentos, empobreciendo la alguna vez confortable clase media. Esta vez, el hambre es verdaderamente global.

Crear un nuevo escenario


La Cabalá sugiere que apartemos este escenario creando uno nuevo, en el que decidamos cambiar nuestra naturaleza egoísta antes de que nuestro sufrimiento nos deje sin ninguna otra elección. El método de la Cabalá es como una lupa que nos ayuda a ver la raíz del problema. Nos enseña cómo desarrollarnos en armonía con la naturaleza y a percibirnos a nosotros mismos como un organismo humano integrado; no como individuos separados.

La crisis alimentaria es un reflejo más de la discordia entre nuestras metas terrenales, egoístas y la Meta elevada y universal para la cual nacimos: la de actuar conjuntamente como las células y órganos en un cuerpo sano. Nos muestra que el problema radica en cómo nos relacionamos el uno con el otro: Cada uno para sí mismo. Pero si pudiéramos sentir, cada uno de nosotros, las punzadas de hambre de los más desfavorecidos, ¿Cuánto tiempo nos tomaría resolver la crisis?

Es difícil, y casi antinatural, para nosotros reconocer que la fuente de nuestros problemas, así como la salida de ellos, está en nuestras manos. Tendemos a explorar todas las alternativas posibles antes de aceptar la única solución verdadera: la necesidad de cambiarnos a nosotros mismos. Es por eso que los cabalistas nos ofrecen su método para elevarnos por encima de nuestra naturaleza egoísta innata y abrirnos los ojos a la realidad ante nosotros. Entonces, no sólo dejaremos de ir en contra de un desarrollo más alto, sino que también descubriremos su belleza, y gozaremos del proceso.

Creando la crisis


Los expertos han identificado muchos factores que contribuyen a la crisis, pero el principal es que la demanda de alimentos crece más rápido que el suministro disponible. Se estima que hay 6,5 mil millones de personas viviendo en el planeta actualmente, habiéndose más que duplicado la población en menos de 50 años.

Además, las pautas de consumo están cambiando en países como China y Estados Unidos. La obesidad está en auge mundialmente, y la demanda de carne está aumentando de forma acelerada. Las vacas, que nos suministran con hamburguesas, filetes y productos lácteos, comen grano, y en gran cantidad. Esto significa que hay menos grano disponible para el consumo humano, ya que la tierra apta para incrementar las cosechas está utilizándose para el pastoreo.

El resultado es que aproximadamente 100 millones de personas en el mundo necesitan ayuda tan sólo para sobrevivir. Causas relacionadas con el hambre cobran la vida de un niño cada cinco segundos. Y cuando los padres no pueden alimentar a sus hijos se desesperan. Las protestas se han desarrollado de Londres a Yemen y de México a África, tornándose violentas en varios países.

Parece increíble que la gente esté luchando por alimentos, y que los niños agonicen de hambre en medio de los llamados avances del siglo 21, mientras que la agricultura mundial produce actualmente un 17% más de calorías por persona que hace 30 años.

El reconocido economista Jeffrey D. Sachs calcula que a cada persona en el mundo desarrollado le costaría 10 dólares duplicar la producción de alimentos en África. Sin embargo, es como si algo o alguien estuviera poniendo palos en la rueda de nuestros intentos de salida de esta situación.

domingo, 24 de mayo de 2009

La crisis en la ciencia indica la necesidad de cambiar nuestra consciencia


Con el propósito de elevarse el nivel “humano”, un nivel más elevado que el animado, se debe adquirir el atributo de otorgamiento y amor hacia los demás. Eso se llama “fe por encima de la razón” - otorgamiento por encima de la recepción, lo que permite a una persona salir de sí mismo y de su naturaleza egoísta.


La ciencia está atravesando por una crisis debido a que se desarrolla en el nivel egoísta. Mientras tanto, la humanidad gradualmente se ha elevado a un nivel superior, en donde todos están interconectados como un cuerpo. De ahora en adelante, la única forma que podemos entender y revelar la Naturaleza es convirtiéndose en un todo. Al realizar esta transformación en nuestra consciencia, revelaremos una capa más profunda, nuevas conexiones, fuerzas y dependencias en el mundo que nos rodea.


Pero hasta no que cambiemos nuestra percepción egoísta de la realidad por una altruista, nuestras sensaciones, deseos y pensamientos no nos permitirán superar la barrera del conocimiento en la que estamos estancados. Es imperativo que nos elevemos por encima de nuestra razón egoísta a la altruista. Debemos salir de nosotros mismos, a un sentimiento que nos parece totalmente irracional hoy en día. Por eso es que el tema de la tesis de mi doctorado fue: “La Cabalá - El método irracional para alcanzar el mundo.”