domingo, 7 de junio de 2009

La humanidad es un sistema cerrado


Todos estamos conectados en el sistema de las almas como uno solo. ¿Pero, cómo podemos tener una influencia positiva en la consciencia colectiva que está tan llena de odio?


Mi respuesta: Para lograrlo, tenemos que percibir que no tenemos opción, que nos estamos acercando a la auto-aniquilación, a una vida que es peor que la muerte y que no podemos evitarlo. Esta sensación conseguirá que las personas deseen conectarse a los demás. La naturaleza de las personas, el deseo egoísta de recibir placer las conducirá a ello. La gente lo va a desear pues será la única forma de sentirse bien.


Incluso ahora podemos “dar para recibir algo a cambio”, por ejemplo, cuando pagamos en una tienda por una mercancía que necesitamos. Hasta esta sencilla transacción es un pequeño sacrificio. No existe algo así en el reino animal o en los niños. En otras palabras, esto no forma parte de nuestros instintos.


Sin embargo, Cada persona tiene que entender que tiene la responsabilidad de conectarse a los demás correctamente. Y la gente debe realizar todo el esfuerzo posible para aprender sobre la conexión correcta. La humanidad es un sistema cerrado, y como en todo sistema cerrado, todo debe encauzarse a apoyar y preservar la unidad, el equilibrio y la armonía. Si éstas se rompen, entonces todos los miembros del sistema sufren. Una parte del sistema no se puede sentirse bien a expensas de otra.


Esta es la sabiduría que tenemos que enseñar a la gente. Todas las personas deben aprender las nuevas reglas de conducta en el mundo en que vivimos hoy.

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