Cuento del hombre rico

Es similar a la historia de un hombre muy rico que tenía un solo hijo. Un día este hombre rico tuvo que viajar muy lejos por muchos años y temía por el hijo cuando creciera su riqueza.

Por lo tanto, decidió cambiar sus propiedades por piedras preciosas, oro y perlas. Además, construyó un enorme y profundo sótano en el suelo y escondió en ella todos sus tesoros y piedras preciosas. También puso a su hijo en este sótano.

El hombre rico llamó a sus fieles servidores y les dijo que su hijo debía estar ahí hasta que él cumpliera los veinte años.

Cada día le llevaban comida y bebida pero nunca le dieron velas ni cerillas, él tenía que acostumbrarse a las paredes y a las grietas ya que la luz nunca entraba en el sótano.

Para la salud de su hijo, él ordenó que ellos lo tomen del sótano cada día para un paseo de una hora en la ciudad, vigilándolo adecuadamente para que no se escape.

Cuando él tenga los veinte años abrirán la ventana para él y le darán velas y se le permitirá ir afuera.

Desde luego que su hijo no podía parar de sufrir y más cuando él pudo salir y veía a todos los niños que comían, bebían y eran felices sin nadie que los vigilara limitándole el tiempo.

El estaba en una prisión y la luz solo iluminaba pocos momentos, si él intentaba huir seria golpeado brutalmente. Se deprimió mas cuando el oyó que fue su propio padre el que le causo todo este dolor, porque los criados seguían las ordenes de su padre. Por supuesto, él pensó que su padre era el hombre más cruel de todas las bestias ya que nunca había oído hablar de ese comportamiento.

Cuando él cumplió los veinte años los sirvientes le dieron una vela como lo había ordenado su padre. El muchacho tomó la vela y él miró a su alrededor, ¿y que vio?

Sacos llenos de oro, todas las virtudes que podían tener los reyes.

Solo entonces él pudo comprende a su padre y entendió que él era misericordioso y lo que le molestaba de su padre lo había hecho para su beneficio.

Inmediatamente él entendió que seguramente los criados le permitirán que se fuera libremente del sótano y así fue. El salió del sótano y no había ningún guardia, ningún esclavo cruel, solo estaba él, él hombre más rico de la tierra.